- Cortabanyes es un gran hombre - dijo Lepprince en cierta occasión - , pero tiene un grave defecto: siente ternura por sí mismo y esa ternura engendra en él un heroico pudor que le hace burlarse de todo, empezando por sí mismo. Su sentido del humor es descarnado: ahuyenta en lugar de atraer. Nunca inspirará confianza y raramente cariño. En la vida se puede ser cualquier cosa, menos un llorón.
- ¿Cómo conoce usted usted tan bien a Cortabanyes? - le pregunté.
- no le conozco a él, sino a su careta. La naturaleza crea infinitos tipos humanos, pero el hombre, desde su origen, sólo ha inventado media docena de caretas.
aus: Eduardo Mendoza, "La verdad sobre el caso Savolta" pág. 87
- ¿Cómo conoce usted usted tan bien a Cortabanyes? - le pregunté.
- no le conozco a él, sino a su careta. La naturaleza crea infinitos tipos humanos, pero el hombre, desde su origen, sólo ha inventado media docena de caretas.
aus: Eduardo Mendoza, "La verdad sobre el caso Savolta" pág. 87